Con la ola de calor, hay que prestar especial atención a los nutrientes que ingerimos, aunque es fundamental no cambiar la estructura de nuestra dieta por mucho que sea verano. Es decir, siempre, debemos respetar una alimentación balanceada y equilibrada, sin cambios bruscos, ya que el organismo podría resentirse y acarrearnos así consecuencias negativas para la salud.
Lo que sí que hay que tener en cuenta, es que con el calor extremo que estamos viviendo, tenemos un alto riesgo de deshidratarnos. Es por ello que debemos beber una mayor cantidad de líquido, como mínimo 2L de agua, y a poder ser, con jugo de limón, ya que es digestivo y depurativo para el hígado. De la misma forma, no podemos olvidar priorizar el consumo de alimentos frescos, como verduras y frutas, por su riqueza en agua, vitaminas, y minerales.
Sin embargo, no podemos descuidar otros alimentos que pertenecen a la pirámide alimenticia, como los cereales, lácteos, carnes y aceites. Recordad que solamente podemos disminuir o eliminar algún alimento de la pirámide, si estamos bajo control médico, sea por una dieta supervisada por un profesional, o por intolerancia.
Lo que sí es totalmente recomendable es evitar las grasas y comidas pesadas, sobre todo en las cenas, así como los alimentos enlatados y una ingesta de cafeína excesiva.
Así pues, nuestro consejo desde la Clínica Dra. Beatriz Beltrán, es que no te separes de tu botella de agua durante todo el día, y extremes la ingesta de alimentos ricos en agua. Hidrata tu organismo, y la ola de calor será más llevadera.