Los factores por los que enfermamos incluyen desde las exposiciones tóxicas ambientales hasta la vulnerabilidad genética, pasando por nuestro comportamiento y estilo de vida, todo ello contribuye a la enfermedad y por eso es importante someterse a una desintoxicación.
Los especialistas en toxicología llaman a esta acumulación de toxinas bioacumulación. Estas sustancias son responsables de muchos trastornos físicos y mentales.
¿Qué podemos hacer para disminuir la carga tóxica?
La primera acción es evitar o reducir la exposición de tóxicos, tanto ambientales como alimentarios.
¿Qué es la desintoxicación y por qué practicarla?
Es el conjunto de procesos fisiológicos por los que el cuerpo identifica, neutraliza y elimina sustancias tóxicas. Las toxinas se nos acumulan en la parte grasa del organismo, por eso nosotros antes de realizar una dieta siempre aconsejamos realizar una desintoxicación.
Las toxinas pueden ser gestionadas (soportadas) hasta que se alcanza un umbral tóxico total, entonces uno empieza a enfermar. Por supuesto, no es necesario estar enfermo para seguir un protocolo de desintoxicación. Se considera una medida preventiva.
La desintoxicación es útil para personas que sufren enfermedades crónicas, incluyendo el asma, síndrome de fatiga crónica, sensibilidad crónica múltiple, ansiedad, artritis, cáncer, dolores de cabeza, obesidad.