Nuestros pómulos tienen la capacidad de aportar armonía a nuestro rostro, potenciar nuestra sonrisa e incluso de conferirnos elegancia. Sin embargo, con el irremediable paso del tiempo, estos pierden su definición, conllevando una pérdida de consistencia del hueso que afecta a la morfología de nuestro aspecto facial.
Recuperar su posición natural y devolverles el volumen perdido es posible gracias a la técnica desarrollada exclusivamente en Clínica Dra. Beatriz Beltrán, denominada, la Restauración del triángulo de la belleza.
Hemos de tener en cuenta que la pérdida de volumen de la que hablábamos previamente es la causante de que nuestro rostro pueda adoptar una imagen triste o fatigada, como consecuencia del desplazamiento de las comisuras bucales hacia abajo, la acentuación de los surcos nasales o el aplanamiento de nuestras mejillas.
En este sentido, con la técnica de La Restauración del Triángulo de la belleza conseguimos potenciar que la zona superior del rostro sea más ancha y que el mentón se alargue, dos factores que favorecen que nuestra apariencia refleje un estado anímico más alegre y relajado que, posiblemente, se adecue más a nuestro estado de humor.
De esta forma, con la recuperación del triángulo conformado por los pómulos y el mentón invertimos los cambios que ha provocado la edad, recobrando la vitalidad en el rostro y contribuyendo a que este parezca menos castigado.
¿Quieres volver a presumir de mejillas con la recuperación de tus pómulos? Os esperamos en Clínica Dra. Beatriz Beltrán.