Tengo una técnica a la que he llamado: La técnica BB, es decir, la técnica de la Dra. Beatriz Beltrán. Consiste en una serie de procedimientos, en los cuales en primer lugar realizo al paciente una HISTORIA CLÍNICA, donde charlo con él sobre sus antecedentes patológicos, enfermedades, alergias, etcétera.

A partir de esta primera charla, empiezo a empatizar con el paciente. Lo observo, lo escucho y detecto aquello que realmente le preocupa y quiere mejorar. Una vez realizada la historia clínica, descarto las contraindicaciones para ofrecerles el mejor tratamiento. Finalmente, le aconsejo una suplementación micronutricional que le pueda ayudar a conseguir sus objetivos.

En un segundo estadio realizo el DIAGNÓSTICO del paciente, a través de una observación exhaustiva de su rostro: asimetrías y proporciones.

Primero analizo la cara por partes, la divido en parte superior, media e inferior. Cuando he explorado todos los puntos de su rostro, le explico con detenimiento su fisonomía ante un espejo. Inmediatamente después, le comento lo que yo llamo “puntos débiles”, es decir los primeros signos comunes del envejecimiento y me centro en ellos para que el paciente mejore.

A partir de aquí desarrollo mi MÉTODO. Consiste en un tratamiento global, es decir que veo el rostro como un todo, ya que no sólo se trata de corregir una arruga, sino de hacer entender al paciente que esa arruga se forma por algo. La causa de la formación de esa arruga también se tiene que solucionar, ya que es la que ha ocasionado el problema. Hacer esto me permite tener unos resultados donde el paciente quedará totalmente satisfecho a la larga y se conseguirá algo armónico y muy natural.

Por ejemplo, cuando una persona viene a corregirse el surco nasogeniano, que es la arruga que se forma entre la nariz y desciende hacia las comisuras de los labios, le explico al paciente que es consecuencia de la pérdida de grasa en la zona malar (parte superior y lateral de la cara por fuera del maxilar) y que para conseguir un resultado armónico y natural, hay que tratar en primer lugar esa zona.

Otro ejemplo, para tratar el labio de una paciente mayor de 40 años y potenciar un resultado más natural es corrigiendo antes el rictus o líneas de marioneta.

Mi manera de trabajar es protocolarizando todos los tratamientos, consensuando con el paciente por qué parte prefiere empezar. Para mí hacer el tratamiento de forma gradual, es decir en varias sesiones, es una forma de conseguir unos resultados más naturales, en los que fidelizo al paciente con la técnica y se realizan cambios no tan drásticos y más duraderos.

Todos mis tratamientos van del gen a la piel, es decir desde lo más profundo a la superficie y están enfocados para conseguir: PREVENIR, MEJORAR, POTENCIAR, EMBELLECER y REALZAR.

Sabemos que en el envejecimiento intervienen muchos factores, desde los huesos que se van reabsorbiendo, hasta la pérdida de grasa, colágeno, elastina, el fotoenvejecimiento (manchas oscuras del sol), etcétera. Al tratar desde dentro hacia fuera los resultados son espectaculares y por supuesto más duraderos. Siempre pongo el ejemplo de cuando nos tenemos que construir una casa, no podemos sólo hacer una casa bonita por fuera, si no que debe tener unos buenos cimientos que la sostengan. Esa es mi filosofía con el cuerpo humano.

Normalmente en la primera visita siempre realizo el primer tratamiento. Los productos que utilizo son de primerísima calidad y siempre reabsorbibles. A parte, desde el primer momento recomiendo suplementos micronutricionales y cosméticos, que son los que nos ayudarán a mejorar nuestro organismo desde lo más profundo.

La técnica BB es muy completa y se abarca el problema que le preocupa al paciente de manera global, para obtener unos resultados armónicos, muy naturales y duraderos.